Ritual cristiano 2° (CONSAGRACIÓN:
PENITENCIA)
Esta consagración la
pueden recibir aquellos cristianos que ya han sido previamente bautizados y han
confesado sus pecados ante el Diácono. Así mismo, han demostrado con su
carácter, día a día, que han trabajado cristianamente para corregirlos. Esta
consagración solo la puede otorgar alguien que posea la ordenación sacerdotal o
el 5° de este ritual. Los requisitos son: una biblia, una alfombra circular
naranja y frutos de ese color, así como dos testigos que posean este
grado.
Diácono: hermanos míos, pongámonos todos de pie y en
círculo, hagamos una breve pausa para prepararnos a recibir este momento victorioso.
Calmemos nuestra mente y nuestro cuerpo, y abramos el corazón a nuestro Redentor. (Se hace un minuto de
silencio).
Diácono: en nombre de nuestro Redentor abrimos este sacramento para que hoy elevemos nuestra Moral. (3†, Jehová-Yeshúa-María, AMéN)
¡Santo, Santo, Santo!
Diácono: hermano, nosotros tus hermanos te hemos
identificado como una persona de Buenas
Costumbres para recibir el espíritu, es por ello que te encomendamos a los
Santos Apóstoles: Santiago el Mayor
y Juan. Que ellos te sirvan de
ejemplo en esta nueva etapa de tu vida, comprende de Santiago el Mayor la Lealtad
y comprende de Juan la Fe. Hermanos todos,
oremos juntos y en silencio para que estos Santos Apóstoles guíen los pasos de
nuestro hermano XXXXXX. (Todos los hermanos oran el padre nuestro en silencio).
(†)
Diácono: hermano mío, para que incrementes tu Fe escucha estos sagrados misterios:
(Mateo 27:28-30) …“28
Después de desnudarle, le
echaron encima un manto de escarlata. 29 Habiendo entretejido una
corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha
pusieron una caña. Se arrodillaron delante de él y se burlaron de él, diciendo:
-¡Salve, Rey de los Judíos! 30 Y escupiendo en él, tomaron la
caña y le golpeaban la cabeza.”... (Se hace una breve pausa). Pero
nuestro Señor Jesús acepto con Carácter
todas estas cosas. Luego de ello, Jesús en su vía crucis se consiguió con su
santa madre (Ambos arrodillan la pierna derecha y juntan las palmas de las
manos).
Por encima de la corona de espinas se leía, Iesvs Nazarenvs Rex Ivdaeorvm, lo cual
significa: Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos. (Se hace una breve pausa).
Aceptemos con Carácter cristiano la
corona de espinas. (Se colocan ambas manos sobre la cabeza, las palmas de
frente, la mano derecha tapando la mano izquierda).
(Lucas 17:6) …“6
Entonces el Señor dijo:
-Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro:
"¡Desarráigate y plántate en el mar!" Y el árbol os obedecería.”…
(Lucas 17:20-21) …“20 Y cuando los
fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les
respondió diciendo: -El reino de Dios no vendrá con advertencia. 21 No
dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino
de Dios está en medio de vosotros.”…
Diácono: hermano, meditad en la Omnipotencia
de Dios, para ello escuchad la parábola del señor:
(Mateo 20: 1-15) …“»Porque
el reino de los cielos es semejante a un hombre, dueño de un campo, que salió
al amanecer a contratar obreros para su viña. 2 Habiendo convenido
con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Salió
también como a la tercera hora y vio que otros estaban en la plaza desocupados,
4 y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que
sea justo." Y ellos fueron. 5 Salió otra vez como a la sexta
hora y a la novena hora, e hizo lo mismo. 6 También alrededor de la
undécima hora salió y halló que otros estaban allí, y les dijo: "¿Por qué
estáis aquí todo el día desocupados?" 7 Le dijeron:
"Porque nadie nos ha contratado." Les dijo: "Id también vosotros
a la viña." 8 »Al llegar la noche, dijo el señor de la viña a
su mayordomo: "Llama a los obreros y págales el jornal. Comienza desde los
últimos hasta los primeros." 9 Entonces vinieron los que habían
ido cerca de la undécima hora y recibieron cada uno un denario. 10 Y
cuando vinieron, los primeros pensaron que recibirían más; pero ellos también
recibieron un denario cada uno. 11 Al recibirlo, murmuraban contra
el dueño del campo, 12 diciendo: "Estos últimos trabajaron una
sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado el peso y el
calor del día." 13 Pero él respondió y dijo a uno de ellos:
"Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No conviniste conmigo en un
denario? 14 Toma lo que es tuyo y vete. Pero quiero darle a este
último como a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo
mío? ¿O tienes envidia porque soy bueno?”…
(Se da un tiempo para meditar).
Diácono: es
mediante la Fe que podremos amar a Dios, identificarnos con nuestra labor y comprender al mendigo.
Resguarda en tu corazón estas palabras y siempre lucha contra la Ambición,
terrible pecado que un día pudo más que la fe de Judas.
Diácono: hermano mío, yo te reconozco como un hombre de Buenas Costumbres y por ello, en
nombre de nuestro Señor Jesucristo te consagro con este grado. (El diax bx la
cabx del herx).
Diácono: hermano, de ahora en adelante exigiremos de ti la
virtud cristiana de la Fe, y así mismo, te
pedimos que actúes guiado por la
Moral.
Diácono: Hermano mío, ya han pasado tres (3) años de la luz, que Dios te bendiga.
Hermanos todos, cerremos este hermoso sacramento del Espíritu como nuestro Señor Jesucristo nos ha revelado. (Se reza el
Padre Nuestro). (†).
Cuadro 2: Virgen María.
Ejercicios
Espirituales: para este sacramento se recomienda
que el hermano trabaje el carácter, tanto en las reuniones cristianas como en
la familia y en la sociedad. Para ello, se recomienda la práctica de la
respiración, compartir ágapes con los demás hermanos, prestar servicios de
caridad, participar de acciones sociales demostrando su disciplina y su moral,
además de confesarse regularmente y leer la biblia diariamente. En cuanto a la
meditación, ya debe poseer cierta rutina y puede llevar un diario cristiano, se
recomienda que reflexione sobre las causas y los efectos.
Ritual intermedio de confesión, este ritual se hace antes de realizar la consagración de la Penitencia (2° del
RSA), preferiblemente en un día distinto. También se puede realizar cada vez
que el hermano lo desee, aunque a futuro lo podrá realizar
individualmente.
Diacono: hermano, ¿es de tu deseo y
voluntad confesarte ante el diacono? (El hermano debe responder
afirmativamente). Siendo así, escucha estas palabras: (Lucas 22: 39-46) “Y saliendo, se encaminó, como de costumbre,
hacia el monte de los Olivos (Getsemaní); y los discípulos también le siguieron. Entonces les dijo: Mi alma está
muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
40 Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación.
41 Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, cayó sobre su rostro y
poniéndose de rodillas, oraba, 42 diciendo: ¡Abba, Padre!, si es tu voluntad,
aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (En
este momento se le brinda una copa de agua al hermano y se le indica que lo
beba lentamente).
Diacono (continua leyendo, mientras
el hermano aun bebe de la copa): “Entonces
se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole. 44 Y estando en
agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de
sangre, que caían sobre la tierra. 45 Cuando se levantó de orar, fue a los
discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, 46 y les dijo:
¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación”. (Se
hace una breve pausa, hasta que el hermano entregue la copa). Hermano, es
gracias a ese sacrificio de Jesús que hoy, todos nosotros, podemos beber un
cáliz de agua (se toma un minuto de silencio).
Diacono (dialogo de entrada): hermano recordemos que el
objetivo de la confesión es reconocer y arrepentirnos de nuestros pecados
mediante la misericordia de Dios. Escuchad estas sagradas palabras:
(Juan1:8-10) “Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad. 10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él
mentiroso, y su palabra no está en nosotros”. En la habitación, encontrarás a un buen
hermano para confesarte. Él es el único testigo de esta acción y te guiará en
el examen de conciencia que debes realizar como primer paso para la confesión.
Después, debes demostrar lo más importante en la confesión que es el
arrepentimiento sincero en tu corazón y el compromiso de erradicar
definitivamente el pecado identificado. Tranquiliza tu corazón antes de entrar
y luego pasa a la habitación. (Adentro de la habitación el hermano debe meditar
sus pecados frente al espejo. Posteriormente el hermano debe sonar la campana
tres veces para salir de la habitación).
Diacono (dialogo de salida): hermano
después de haber hecho el examen de conciencia y haberte arrepentido de tus pecados,
debes tener el fuerte propósito de no volver a pecar. Para lograr esto, es
importante que te apoyes en la fe en Dios. Recordemos lo que nos enseñó
Jesucristo sobre la fe: (Lucas 17:6) “Entonces
el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este
sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.” Nosotros
los cristianos gozamos de tener a nuestro señor Jesús como eterno modelo a
seguir, ¡Glória in
excélsis Deo!, para
no volver a arrepentirnos, y crecer en amor y en espíritu, preguntémonos
siempre: ¿Qué haría Jesús ante esta situación? o ¿Qué consejo me diría
Jesucristo ante esta circunstancia? (se da una breve pausa). Hermano podéis
retirarnos en paz, que Dios nos bendiga a todos y que la luz de nuestros corazones
ilumine eternamente nuestros senderos, ¡et in terra pax homínibus bonæ voluntátis! Amen.
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