viernes, 11 de enero de 2013

Ritual cristiano 7° (CONSAGRACIÓN: EUCARISTIA)


Ritual cristiano 7° (CONSAGRACIÓN: EUCARISTIA)

Esta última consagración la pueden recibir aquellos cristianos que con profundo celo desean resguardar la tradición cristiana, demostrando su gran amor a la verdad y a la cristiandad en general. Asimismo, deben demostrar su amor total, su sabiduría infinita y su capacidad de servicio sea cual fuese el rol y la situación a la cual se le llame, y sea quien fuese quien lo requiera (Sabiendo responderse el: ¿A dónde voy?). Esta consagración solo la puede otorgar alguien que posea el 7° de este ritual. Los requisitos son: una biblia, un escapulario, pan y vino, una alfombra cuadrada negra (o blanca) y dos testigos que posean este grado. 

Diácono: hermanos míos, pongámonos todos de pie y de cara al espíritu (hacia el Este), hagamos una breve pausa para prepararnos a recibir este amado momento. Calmemos nuestra mente y nuestro cuerpo, y abramos el corazón a Emmanuel. (Se hace un minuto de silencio).

Diácono: en nombre de Emmanuel y con la gracia de San Marcos evangelista, abrimos este sacramento para que hoy se cumpla la Cristiandad y podamos promulgar la palabra. (3†, Jehová-Yeshúa-María, AMéN) ¡Santo, Santo, Santo!

Diácono: Hermano, antes de continuar con el ritual de la Eucaristía te preguntamos: ¿Deseas incrementar vuestra responsabilidad? (El hermano debe contestar afirmativamente para continuar con el ritual).

Diácono: hermano, si es así, escucha la palabra de Dios:

(Juan 20:21-23) …“21 Entonces Jesús les dijo otra vez: "¡Paz a vosotros! Como me ha enviado el Padre, así también yo os envío a vosotros." 22 Habiendo dicho esto, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. 23 A los que remitáis los pecados, les han sido remitidos; y a quienes se los retengáis, les han sido retenidos.”…

(Mateo 28:19-20) …“19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

(Marcos 3:14-15) …“14 Constituyó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar 15 y tener autoridad para echar fuera los demonios.”…

(Lucas 10:1-11) …“Después de estas cosas, el Señor designó a otros setenta, a los cuales envió delante de sí de dos en dos, a toda ciudad y lugar a donde él había de ir. 2 Y les decía: "A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. 3 ¡Id! He aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforjas, ni calzado; ni saludéis a nadie por el camino. 5 "En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: ’Paz sea a esta casa.’ 6 Si hay allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; pero si no, volverá a vosotros. 7 Posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No andéis de casa en casa. 8 En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan delante. 9 Sanad a los enfermos que haya allí y decidles: ’El reino de Dios se ha acercado a vosotros.’ 10 "Pero en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, salid a sus calles y decid: 11 ’Aun el polvo de vuestra ciudad que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado.”…

Diácono: este misterio, el de la vida cristiana, lo debes meditar. (Se hace una breve pausa).

Diácono: hermano, nosotros tus hermanos te hemos identificado como una persona de Tradición, es por ello que te encomendamos a los Santos Apóstoles: Pablo y María. Esperamos que ellos te sirvan de ejemplo en esta nueva etapa de tu vida, comprende de Pablo el Amor y comprende de María la Verdad. Hermanos todos, oremos juntos y en silencio para que estos Santos Apóstoles guíen los pasos de nuestro hermano XXXXXX. (Todos los hermanos oran el padre nuestro en silencio). (†)

Diácono: hermano mío, para que incrementes tu Justicia escucha estas sagradas palabras (Se hace una breve pausa):

Diácono: restablezcamos el nuevo pacto de la alianza porque en aquellos días Jesús nos dijo:

(Mateo 18:20)20 Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos"... Hermanos míos, preparémonos para reconocer al cristo. (En este momento el Diácono le unta aceite bendito en los labios del hermano; luego acompañado por los dos testigos se colocan en triángulo alrededor del hermano y este coloca su mano derecha sobre la biblia, de esta manera los tres cantan: Jehová – Yeshúa – María, cada uno evocando un nombre en sentido horario y alternándose de tal forma que todos digan los tres sagrados nombres).

Diácono (continúa leyendo): Santo eres, en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo espíritu estos dones que hemos separado de ti, de manera que sean Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó a celebrar estos misterios. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

"Accipite et manducate ex hoc omnes: hoc est enim corpis meum, quod pro vobis tradetur". (En este momento se comparte el pan entre todos). Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: "Accipite et bibite ex eo omnes: hic est enim calix sanguinis mei novi et æterni testamenti, qui pro vobis et pro multis effundetur in remissionem peccatorum. Hoc facite in meam commemorationem". (En este momento se comparte el vino entre todos).

Diácono (continúa leyendo): este es el sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de tu Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener tu ayuda. Te pedimos, Padre, que esta víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra; a tus servidores y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. † A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono: hermano, después de haber sido consagrado con el sacramento de la eucaristía, te vamos a revelar otros misterios, para que eleves tu conciencia, tu amor y tu espíritu:

(Mateo 27:57-61) 57 Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea llamado José, quien también había sido discípulo de Jesús. 58 Este se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese. 59 José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia 60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña. Luego hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. 61 Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas delante del sepulcro.”… (Se hace una breve pausa). Solamente renunciando al Ego es como el espíritu puede resucitar. (Se acuestan y se levantan con ambas manos).

(Juan 20:14-15) …“14 Habiendo dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie; pero no se daba cuenta de que era Jesús. 15 Jesús le dijo: -Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que él era el jardinero, le dijo: -Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.”… ¡Salve-Raboni!, (Se alzan ambas manos a la altura de los oídos, se dice: Salve-Raboni y se dejan caer las manos sobre los muslos al mismo tiempo). Estas son las palabras para reconocer al maestro. Luchemos sin descanso para combatir el Ego. (Se hace una breve pausa).

Diácono: hermano, escuchad la parábola del señor:

(Mateo 13:1-9) …Aquel día Jesús salió de la casa y se sentó junto al mar. 2 Y se le acercó mucha gente, de manera que él entró en una barca para sentarse, y toda la multitud estaba de pie en la playa. 3 Entonces les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: "He aquí un sembrador salió a sembrar. 4 Mientras él sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron. 5 Y otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda. 6 Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno. 9 El que tiene oídos, que oiga.”… (Se da un tiempo para meditar).

(Juan 8:1-11) …“Pero Jesús se fue al monte de los Olivos, 2 y muy de mañana volvió al templo. Todo el pueblo venía a él, y sentado les enseñaba. 3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4 le dijeron: -Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el mismo acto de adulterio. 5 Ahora bien, en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales. Tú, pues, ¿qué dices? 6 Esto decían para probarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en la tierra con el dedo. 7 Pero como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: -El de vosotros que esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8 Al inclinarse hacia abajo otra vez, escribía en tierra. 9 Pero cuando lo oyeron, salían uno por uno, comenzando por los más viejos. Sólo quedaron Jesús y la mujer, que estaba en medio. 10 Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: -Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado? 11 Y ella dijo: -Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: -Ni yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más.”… (Se da un tiempo para meditar).

Diácono: es mediante la Virtud que podremos elevar el espíritu. Resguarda en tu corazón estas palabras, trasciende la Ilusión y camina siempre con Amor.

Diácono: hermano mío, yo te reconozco como un hombre de Tradición, por ello, en nombre de nuestro Señor Jesucristo y con la gracia de San Marcos evangelista te consagro con este grado. (El diax le da un bx en la mejx al herx diciéndole: ¡Salud, Maestro!).

Diácono: hermano, de ahora en adelante te exigiremos la virtud cristiana de la Justicia, y así mismo, te pedimos que actúes guiado por la Cristiandad. Meditad en estas últimas palabras:  

(Juan 1:18)A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

(Juan 14:16-17)Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. 17 Este es el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque permanece con vosotros y está en vosotros.”

(Juan 14:26)Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que yo os he dicho.”

(Juan 15:26-27)Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. 27 Además, vosotros también testificaréis, porque habéis estado conmigo desde el principio.”

(I Corintios 3:16)¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

(II Corintios 3:17-18)Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

(Marcos 8:34) “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

(Marcos 5:14-16) “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

(II Corintios 4:5-6) “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”

(Gálatas 4:6)Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: "Abba, Padre.” (†)



Diácono: hermano mío toma este escapulario, antes de concluir este acto se te dará la oportunidad de elegir un último nombre, debido a tu gran amor y tu elevada conciencia se te dejará totalmente libre, para que en lo sucesivo promulgues la palabra del Señor bajo dicho nombre, mediante la reunión de nuevos hermanos en una santa cruz. De un lado del escapulario estará tu nombre tallado en la piedrecita blanca (o segunda venida del Cristo) y en el otro lado el nombre de la santa cruz (o Jerusalén celeste) que llevaras en lo sucesivo, tu verdadero hogar. (El nombre puede ser el de una advocación de la Virgen, “la madre celestial”). Tú de ahora en adelante serás el encargado de la Santa Cruz de: XXXXXX. (Todos dicen AMéN).

Diácono: hermano mío, ya han pasado treinta y tres (33) años de la luz, que Dios bendiga tu corazón. Hermanos todos, cerremos este hermoso sacramento del Hijo como nuestro Señor Jesucristo nos reveló (Se reza el Padre Nuestro). (†).

Ejercicios espirituales: para este sacramento se recomienda que el hermano: evalúe muy bien su ego, así como la renuncia de la individualidad. Para ello, se recomienda la práctica profunda de la meditación y la autoindagación del ser, tener una autoidentificación clara con todos los seres, la vida y el espíritu santo en general, y por lo tanto no debe juzgar. En la meditación ya debe construir el templo de la palabra de Dios o el no-templo, debe promulgar la palabra de Jesucristo mediante la creación de nuevas cruces, se recomienda que reflexione sobre la relación de Dios con todas las cosas, el Hijo, la Virgen María, los Santos Apóstoles y la Iglesia de Dios.

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Cuadro 7: Pentecostés.



Protocletos (año 62 Nx Lx)

Ritual cristiano 6° (CONSAGRACIÓN: UNCIÓN DE LOS ENFERMOS)


Ritual cristiano 6° (CONSAGRACIÓN: UNCIÓN DE LOS ENFERMOS)

Esta consagración la pueden recibir aquellos cristianos que han demostrado con su conciencia que son verdaderos instrumentos de nuestro Señor Jesucristo, principalmente, cuidando o protegiendo a los más débiles o enfermos. Asimismo, deben demostrar su entrega y sacrificio para con los seres, la palabra de Jesús y Dios en general, tolerando y comprendiendo las demás formas religiosas, es decir, las cristianas o no. Esta consagración sólo la puede otorgar alguien que posea el 7° de este ritual. Los requisitos son: una biblia, aceite bendito, una alfombra circular morada y frutos de ese color, así como dos testigos que posean este grado. 

Diácono: hermanos míos, pongámonos todos de pie y en círculo, hagamos una breve pausa para prepararnos a recibir este sabio momento. Calmemos nuestra mente y nuestro cuerpo, y abramos el corazón al Cuerpo Glorioso. (Se hace un minuto de silencio).

Diácono: en nombre del Cuerpo Glorioso abrimos este sacramento para que hoy elevemos nuestra Conciencia. (3†, Jehová-Yeshúa-María, AMéN) ¡Santo, Santo, Santo!

Diácono: hermano, nosotros tus hermanos te hemos identificado como una persona de Ley, es por ello que te encomendamos a los Santos Apóstoles: Simón y Judas. Esperamos que ellos te sirvan de ejemplo en esta nueva etapa de tu vida, comprende de Simón la Esperanza y comprende de Judas la Justicia. Hermanos todos, oremos juntos y en silencio para que estos Santos Apóstoles guíen los pasos de nuestro hermano XXXXXX. (Todos los hermanos oran el padre nuestro en silencio). (†)

Diácono: Hermano mío, para que incrementes tus Esperanzas escucha estos sagrados misterios:

(Mateo 27:42-43) …“42 -A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. ¿Es rey de Israel? ¡Que descienda ahora de la cruz, y creeremos en él! 43 Ha confiado en Dios. Que lo libre ahora si le quiere, porque dijo: "Soy Hijo de Dios.”... (Se hace una breve pausa). Más allá de todo sufrimiento, nuestro Señor Jesucristo, dominó sus Sentimientos. Poco tiempo después el hijo de Dios iría a entregar el espíritu (Estando parado, extender los brazos cerrando los ojos).

La tradición nos revela que antes de expirar Jesús pronunció estas palabras: Eli, Eli, ¿Lama Sabachtani?, lo cual significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Se hace una breve pausa). ¿Qué profunda verdad resguarda este Sentimiento?. (Se coloca la mano izquierda sobre el ombligo y la mano derecha sobre la frente). 

(Mateo 6:22-23) …“22 La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. 23 Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará en tinieblas. De modo que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!”…

Diácono: hermano, meditad en la Omnisciencia de Dios, para ello escuchad la parábola del señor:

(Lucas 18: 9-14) …“9 Dijo también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los demás: 10 "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; y el otro, publicano. 11 El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: ’Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano. 12 Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.’ 13 Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ’Dios, sé propicio a mí, que soy pecador.’ 14 Os digo que éste descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”… (Se da un tiempo para meditar).

Diácono: es mediante la Esperanza que podremos amarnos a nosotros mismos, identificarnos con la vida y comprender al miserable. Resguarda en tu corazón estas palabras y siempre lucha contra la Ignorancia, terrible pecado que un día quiso saber más que la esperanza de Tomas.

Diácono: hermano mío, yo te reconozco como un hombre de Ley, y por ello, en nombre de nuestro Señor Jesucristo te consagro con este grado. (El diax le da una cx suave al herx diciéndole: ¡Poned la otra mejilla!, y luego le da la otra cx).

Diácono: hermano de ahora en adelante te exigiremos la virtud cristiana de la Esperanza, y así mismo, te pedimos  que actúes guiado por la Conciencia.

Diácono: Hermano mío, ya han pasado treinta (30) años de la luz, que Dios bendiga tus sentimientos. Hermanos todos, cerremos este hermoso sacramento del Espíritu como nuestro Señor Jesucristo nos ha revelado. (Se reza el Padre Nuestro). (†).

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Cuadro 6: La Piedad.

Ejercicios Espirituales: para este sacramento se recomienda que el hermano evalúe su palabra. Para ello, se recomienda la profunda práctica de la oración, manejar un vocabulario cristiano, además, de no mentir, santificar los momentos oportunos, mantener la palabra y no hablar mal de los demás, menos aún de quien no se encuentre. En la meditación, ya debe construir el templo ideal, sin formas y esencial. También, el hermano puede transmitir el evangelio a los demás hermanos conmoviendo sus corazones, dándole vida a cada palabra a través de su propia fe, debe consagrar y bendecir, se recomienda que reflexione sobre la relación del Cielo con la Tierra. 


Rituales anexos de extremaunción, exorcismo y encomendación. Estos rituales son anexos a la consagración Unción de los Enfermos (6° del RSA) y solo lo realiza el hermano que ya posea la ordenación sacerdotal. Se subdividen en tres: Extremaunción, Exorcismo y Encomendación. En todos los casos, el diácono realiza los trabajos oratorios en secreto y en privado, es una labor íntima que no busca vanagloriarse ante los demás. A los familiares y dolientes le brindará sabias y pertinentes palabras que lo guíen a buscar el amor cristiano y leer parte de este material, según el caso. 

Diácono: Jesús dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (San Marcos 8:34). (El diácono debe tomar un minuto para relajarse y reflexionar sobre la trascendencia del acto a realizar, luego de esto esparce agua bendita en el lugar, enciende una vela como testigo y un incienso, se frota ambas manos con el aceite bendito y reza el padre nuestro). 3†, AMéN. 

                Diácono: “In principio erat Verbum, et Verbum era apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in pricipio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est: in ipso vita erat, et vita erat lux hominum: et lux in tenebris lucet, et tenebræ eam non comprehenderunt”. Señor tú que eres Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente, bendícenos con tu luz y con tu gloria, danos tu virtud para que hoy podamos ser tus instrumentos de paz, danos el espíritu para que seamos tu herramienta y tu vehículo, y que ante todo, se ejerza tu voluntad, tu amor, tu verdad y tu divina providencia. Amén (Se hace una breve pausa).

Diácono: Señor, reconocemos que eres un Dios de misericordia, que en ti no hay duda ni hay dolor, que el frío de la pena se retira ante tu calor y que las oposiciones y las tinieblas desaparecen ante tu luz. En tu eternidad no hay más principio ni fin, en tu infinitud no hay más aquí o allá. Solo eres tú, solo nos falta fe para conocerte, solo nos resta amor para comprenderte. (Se hace una breve pausa). Jesucristo nos enseñaste este misterio cuando transformaste tu Cuerpo Glorioso; sin embargo, venos aquí, llenos de dudas, de pena y de dolor, seguimos mintiendo, seguimos ignorando y seguimos ambicionando las cosas terrenales, nos vemos molestos, nos vemos nerviosos y nos vemos tristes. Cuánta falta de fe, cúanta falta de amor. ¿Eli, Eli, Lama Sabactani? (Se hace una breve pausa). Es por ello que estamos aquí, suplicándote una vez más a causa de nuestra ignorancia. Sabemos que eres el reflejo de Dios hecho hombre, que escuchas a quienes se arrepienten de corazón, que atiendes a los pobres de espíritu y que glorificas a los humillados, ante nuestra debilidad y nuestros miedos te pedimos tu misericordia. Oh señor, ¡Soy Hijo de Dios! (Se hace una breve pausa para reflexionar al respecto).

A partir de este punto, el diacono elegirá el ritual anexo pertinente a cada caso:

Ritual para la encomendación - Diácono: La muerte es un tema serio, que debe manejarse con prudencia y solemnidad. Sin embargo, es el traspaso de un medio a otro, donde finalmente llegaremos todos, es el único destino inmanente, y donde finalmente nos encontraremos con nuestro Señor, por tal motivo no es bueno ni malo, simplemente es. (Juan 1:18) “A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.”

Para nuestra cristiandad, la muerte se subdivide en 4 aspectos: a) guiar la transición del fallecido de un estado al otro, b) el pago de todos los pecados que haya realizado el difunto, c) confortar el dolor de los familiares y amigos dolientes y d) si se da el caso, perdonar el alma del victimario o responsable del fallecimiento.

a)       Guiar la transición de un estado al otro. Diacono: hermano(a) XXXXX, escucha mis humildes palabras, en este momento de confusión busca el espíritu de Dios, él fue quien separó la luz de las tinieblas, él es el misterio de la trinidad, él es Padre, Hijo y Espíritu Santo, rodéate en él, fúndete en él. (Se hace una breve pausa). Dios es luz eterna, misericordia profunda, guíate por esta vela y trasciéndela, busca el justo calor y el amor infinito de nuestro Señor Jesucristo, él como buen pastor también busca a cada una de sus ovejas, para llevarlos al rebaño celeste y convivir en su seno. (Se hace una breve pausa). Virgen María, Madre de Dios, cubre con tu manto protector al hermano(a) XXXXX, llévalo(a) con sus seres queridos, ya difuntos, y guíalo(a) al esplendor, la victoria y la gloria. (Se hace un minuto en silencio). Pero, si no encuentras el espíritu de Dios, ni a la santísima trinidad, ni a nuestro Señor Jesucristo ni tampoco a la dulce Virgen María; entonces recuerda estas palabras (si el difunto no conoce el RSA se debe sustituir por los salmos 22 y 23): “Fue en el GOLGOTA, donde fue llevado IESHUA, era la NOVENA HORA, cuando se leía INRI, y fue en la SEXTA HORA, donde él pregunto: ¿ELI, ELI, LAMA SABACTANI? y el cielo respondió: ¡SALVE, RABONI!”. Ahora hermano(a) XXXXX, descansa en paz. (Se reza el Padrenuestro). AMéN.
b)       Pago de los pecados del difunto. Diácono: hermano(a) XXXXX, para que tu alma pueda descansar en paz, vamos a ser garantes de todos tus pecados, por intermedio de Dios omnipresente, que todo lo puede y que todo lo sabe, perdona: ¡Oh Dios misericordioso!, todos los pecados que haya cumplido el hermano(a) XXXXX en vida, que se despoje de toda deuda y de toda atadura, y que por medio de nuestra fe se solventen todas las responsabilidades que hayan quedado pendientes. Eres libre hermano(a) mío(a), ve tranquilo(a) al señor. 3†, AMéN. 
c)       Confortar el dolor de los familiares y amigos. Diácono: Virgen María, bríndales conformidad a los familiares y amigos dolientes del hermano(a) XXXXX, que acepten los designios de Dios y que tengan fe en su ascensión. Es solo un breve lapso de tiempo el que estaremos separados, pues tenemos prometido la eternidad, allí estaremos juntos de nuevo, intercede ante nosotros Virgen María, para que estemos en paz ante el dolor y bríndanos conformidad. (Se reza un Ave María). AMéN. 
d)        Perdonar el alma del victimario o responsable del fallecimiento (si es el caso). Diácono: Dios todopoderoso, nosotros aquí queremos servir de intermediarios, para que con tu infinita misericordia perdones el alma de quien tuvo la responsabilidad del fallecimiento del hermano(a) XXXXX, pero siempre serás tú, Dios mío, quien tenga la última palabra, siempre serás tú quien ejerza la más noble justicia y nosotros como tus humildes servidores, simplemente nos acoplamos a tu santa ley. (Se reza el Credo y el Padre nuestro). AMéN. 

Ritual para la extremaunción: antes que nada, el Diácono debe asegurar que el paciente o enfermo ya agotó todas las posibilidades que brinde la medicina y la ciencia humana, pues no debemos tomar el nombre de Dios en vano.

Diácono: Dios mío, hoy estamos aquí para servir ante el hermano(a) XXXXXX, sabemos que la enfermedad es el resultado de nuestra propia incomprensión ante una realidad de orden superior, no sabemos de los caminos insondables de Dios, ni tampoco comprendemos sobre las limitaciones de este mundo sensible. Sin embargo, te pedimos tu inmensa misericordia, tu infinita luz y tu glorioso calor. Pero antes de continuar debemos pedir por nuestros propios pecados, hermano(a) XXXXX, por favor acompáñame.

El diácono debe utilizar alguna oración que él haya interiorizado, así mismo, el hermano afligido también debe utilizar alguna plegaria que le sea afín. De no existir una oración predilecta, se puede recomendar la siguiente (Diácono): KYRIE ISSOU CHRISTE IE THEOU ELEISON IMAS AMARTANON (Señor Jesucristo, hijo de Dios ten piedad de mí, pecador) y el hermano afligido debe contestar (si es posible con su propia voz, sino mentalmente y si tampoco puede, entonces algún familiar o compañero): KYRIE ELEISON (Señor piedad). Esta oración puede repetirse varias veces, siempre y cuando el hermano afligido así lo considere, o si no hasta que el acompañante (si es el caso) así lo considere. Posterior a esto, el Diácono puede realizar ejercicios de respiración (ciclos de 4x4 ó 4x8 segundos) repetidos 3 veces, el hermano(a) afligido puede acompañarlo. El Diácono también puede realizar ejercicios de meditación, contemplando algún símbolo cristiano pertinente o visualizando como el espíritu santo penetra en el hermano(a) afligido, así mismo, el hermano(a) afligido puede meditarlo también si se da el caso.

Diácono: Dios mío, nuestro hermano(a) XXXXX está abierto de corazón ante ti y nosotros también, permítenos ser tu vehículo para que esta santa cruz (en este momento el Diácono hace una cruz con el aceite bendito en la frente del hermano(a) afligido, también puede hacer otra cruz en aquella parte del cuerpo que también lo amerite) bendiga al hermano(a) XXXXX. Que esta agua bendita (en este momento el Diácono esparce el agua bendita en forma de cruz alrededor de todo el cuerpo del afligido) consagre al hermano(a) XXXXX. Que estas humildes manos (en este momento el Diácono impone sus manos sobre la cabeza del hermano(a) afligido y reza el padre nuestro interiormente) sirvan al hermano(a) XXXXX en este momento. (El Diácono puede colocar su mano derecha sobre la zona del cuerpo más afligida del hermano(a) en cuestión si requiere calor o colocar la mano izquierda sobre la zona más afligida si requiere frío).

Finalmente, el diácono debe dar recomendaciones al hermano(a) afligido y a sus familiares con respecto a dietas, ejercicios y medicinas, según sea el caso. Además, debe invitar a reconocer que la voluntad de Dios siempre está por encima de nuestros anhelos humanos.

Ritual para el exorcismo: Debe quedar claro que existen varias posibilidades de “comportamientos anómalos” que el diácono debe evaluar muy cuidadosamente antes de practicar el exorcismo. El primero consiste en un desorden psíquico, el cual puede ser manejado por la ciencia humana, la psicología y la psiquiatría (y no en este ritual). El segundo consiste en el desarrollo anómalo de un estado de la individualidad humana (hiperdesarrollo de alguna cualidad psíquica; clarividencia, clariaudiencia, telequinesis, telepatía, etc.) o la incorporación de un corpus psíquico ajeno a dicha individualidad, si este es el caso se debe proseguir con este ritual. En esencia, el diácono debe tratar de ayudar al hermano afligido en identificar el desorden psíquico, el estado mental hiperdesarrollado o el corpus psíquico inoculado, así como el porqué de las causas y de sus consecuencias.

El diácono debe consagrar todos los objetos a utilizar, para ello, puede valerse de la cruz y la oración de San Benito. Previamente, debe bendecir el agua (Juan 1:1), el fuego (Juan 1:2) y todo el lugar del trabajo (Juan 1:3) incluyendo las personas (Juan 1:4); cabe destacar, que el diácono puede ejercer este ritual solo, simplemente concentrándose en el nombre del hermano afligido. Asimismo, el diácono debe rezar el Padre Nuestro y rezar el Rosario (preferiblemente según el RSA), debe estar calmado y centrado, puede comer una hostia (trozo de pan) y beber una copa de vino, visualizar la lámpara del cuerpo (Mateo 6:22), continúa persignándose con la Santa Cruz y finalmente, debe frotar sus manos con el aceite bendito tres veces y concluir con un firme aplauso.

Diácono: (Juan 1:5) “La luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron”. En el nombre de Dios Padre todopoderoso, omnipresente y misericordioso, verdad una y absoluta, amor infinito y perdonador (+), en el nombre del hijo nuestro Señor Jesucristo, quien reconocemos como Emmanuel, como el cuerpo Glorioso, como el Cristo, como el Alfa y el Omega, como el Hijo del Padre, como el Redentor y como el Cordero de Dios, porque donde dos o más evoquen tu nombre allí estarás tú, en medio de ellos (+), en el nombre del Espíritu Santo, de la Santa María Virgen, de la comunión de los Santos, de los Mártires de la iglesia y de lo más puro que se encuentra dentro del Hermano(a) XXXXX (+), yo ZZZZZ (nombre iniciático según la Ordenación Sacerdotal, 5° del RSA) me presto como humilde servidor para que se ejerza la voluntad divina, para que se ejerza el orden decretado del cielo y para que se ejerza la más noble misericordia infinita. Que toda duda, que toda mentira y que todo mal se retire del alma del hermano(a) XXXXX (en este momento se le esparce agua bendita tres veces como en el Bautismo). Que Dios bendiga este cuerpo, esta mente y esta alma; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo te bautizo hermano XXXXX (3†, Jehová-Yeshúa-María, AMéN) ¡Santo, Santo, Santo! Para que recuerdes de donde vienes (Se hace una pausa para reflexionar).

Diácono: Hermano(a), no te dejes confundir por el error, reconócelo y apártalo de tu corazón, tu corazón siempre ha sido, es y será noble y puro, pues está hecho de espíritu. Si aún dudas de ello, escúchalo, el corazón está vivo porque es reflejo del Espíritu Santo, ritmo y vibración que mueve a cada cosa que existe en el universo, nada escapa de ello, ni tú ni yo, todos estamos fundidos en él (el diácono coloca su mano derecha sobre el corazón). Es el Alfa y el Omega, acéptalo y tendrás paz, Madre María Virgen acompáñanos a purificar nuestro corazón (se reza el Ave María y luego se coloca una cruz con cenizas y aceite bendito en la frente del hermano). Para que descubras quien eres (Se hace una pausa para reflexionar).

Diácono: Ignorancia, mentira o ambición, no me importa tu nombre, igualmente serás expulsado del hermano(a) XXXXX, porque Cristo es más grande, porque la verdad siempre prevalece, porque nada existe sin el amor. Puedes cerrar los ojos, puedes dejar de sentir, puedes dejar de oler e incluso de probar, pero no puedes dejar de escuchar, porque Dios es el verbo, y todas las cosas fueron hechas por él, escúchame atentamente para que aprendas y aceptes tu verdad “Crux Sancti Patris Benedicti, Crux Sancta Sit Mihi Lux, Non Draco Sit Mihi Dux, Vade Retro Satana, Numquam Suade Mihi Vana, Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas” (esto se puede repetir varias veces, hasta que el diácono lo considere necesario, mientras lo hace enseña la cruz el hermano, le esparce agua bendita, incienso y le acerca una vela encendida sin llegar a quemarlo, solo para que sienta su calor). Dios uno, verdad absoluta, amor incondicional y todopoderoso, recibe a nuestro hermano(a) XXXXX una vez más en tu rebaño, él ya ha sido purificado y para pactar contigo todos beberemos de tu sangre y comeremos de tu cuerpo según nos los enseñaste en la última cena (el diácono, el hermano y demás miembros realizaran la Eucaristía, en este caso lo más importante es que el hermano afligido pruebe el vino, así sea únicamente su lengua). Te acompañamos hermano XXXXX para que todos juntos nos encaminemos cristianamente a nuestro Señor Jesucristo y recrees hacia donde vas (Se hace una pausa para reflexionar). 

Finalmente, el Diácono invita a todos a rezar el Padre Nuestro, a abrazarse y cierra diciendo: “Glória in excélsis Deo et in terra pax homínibus bonæ voluntátis”.

Salmo 22: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó. De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre. Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones. Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma. La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación. Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

Salmo 23: El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.

Ritual cristiano 5° (CONSAGRACIÓN: ORDEN SACERDOTAL)


Ritual cristiano 5° (CONSAGRACIÓN: ORDEN SACERDOTAL)

Esta consagración la pueden recibir aquellas personas que ya han recibido la orden sacerdotal o aquellas personas que han demostrado que están dispuestos a dedicar su vida a la cristiandad. Asimismo, deben demostrar ser hombres virtuosos sin que esto menoscabe su paz interior (Sabiendo responderse el: ¿Quién soy?). Esta consagración solo la puede otorgar alguien que posea la orden sacerdotal o el 5° de este ritual. Los requisitos son: una biblia, agua y aceite benditos, una alfombra cuadrada azul, agua tibia para beber y dos testigos que posean este grado. 

Diácono: hermanos míos, pongámonos todos de pie y de cara al espíritu (hacia el Este), hagamos una breve pausa para prepararnos a recibir este momento misericordioso. Calmemos nuestra mente y nuestro cuerpo y abramos el corazón a Cristo. (Se hace un minuto de silencio).

Diácono: en nombre de Cristo y con la gracia de San Juan evangelista, abrimos este sacramento para que hoy se cumpla la Virtud y podamos defender la palabra. (3†, Jehová-Yeshúa-María, AMéN) ¡Santo, Santo, Santo!

Diácono: hermano, antes de continuar con el ritual de la ordenación te pregunto: ¿Deseas ser más voluntarioso? (El hermano debe contestar afirmativamente para continuar con el ritual).

Diácono: hermano, si es así, escucha la palabra de Dios:

(Apocalipsis 1:8-18) …“8 "Yo soy el Alfa y la Omega", dice el Señor Dios, "el que es, y que era y que ha de venir, el Todopoderoso." 9 Yo Juan, vuestro hermano y copartícipe en la tribulación y en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba en la isla llamada Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11 que decía: "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea." 12 Di vuelta para ver la voz que hablaba conmigo. Y habiéndome vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los candeleros vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una vestidura que le llegaba hasta los pies y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos eran como llama de fuego. 15 Sus pies eran semejantes al bronce bruñido, ardiente como en un horno. Su voz era como el estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. 17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. (En este momento se toma de sorpresa al hermano y se le acuesta horizontalmente sobre el piso y boca abajo, indicándole, únicamente, que no se debe levantar, además se le coloca una piedrecita blanca en su mano derecha, luego de esto se continúa leyendo…). Y puso sobre mí su mano derecha y me dijo: "No temas. Yo soy el primero y el último, 18 el que vive. Estuve muerto, y he aquí que vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”

(Apocalipsis 4:1-8) …“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo. La primera voz que oí era como de trompeta que hablaba conmigo diciendo: "¡Sube acá, y te mostraré las cosas que han de acontecer después de éstas!" 2 De inmediato estuve en el Espíritu; y he aquí un trono estaba puesto en el cielo, y sobre el trono uno sentado. 3 Y el que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina, y alrededor del trono había un arco iris semejante al aspecto de la esmeralda. 4 También alrededor del trono había veinticuatro tronos, y sobre los tronos vi a veinticuatro ancianos sentados, vestidos de vestiduras blancas, con coronas de oro sobre sus cabezas. 5 Del trono salen relámpagos y truenos y voces. Y delante del trono arden siete antorchas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios. 6 Y delante del trono hay como un mar de vidrio, semejante al cristal. Junto al trono, y alrededor del mismo, hay cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. 7 El primer ser viviente es semejante a un león, y el segundo ser viviente es semejante a un becerro, y el tercer ser viviente tiene cara como de hombre, y el cuarto ser viviente es semejante a un águila volando. 8 Y cada uno de los cuatro seres vivientes tiene seis alas, y alrededor y por dentro están llenos de ojos. Ni de día ni de noche cesan de decir: "¡Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era y que es y que ha de venir!”… (Se hace una pausa para reflexionar).  

(Apocalipsis 7:1-4) …“Después de esto, vi a cuatro ángeles que estaban de pie sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, y que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. 2 Y vi que otro ángel, subiendo del oriente, tenía el sello del Dios vivo. Y llamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes les fue dado hacer daño a la tierra y al mar, 3 diciendo: "¡No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con un sello la frente de los siervos de nuestro Dios!" 4 Oí el número de los sellados: 144.000 sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.”… (Se hace una pausa para reflexionar).   

(Apocalipsis 8:1-9:6) …“Cuando él abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 2 Y vi a los siete ángeles que estaban delante de Dios, y les fueron dadas siete trompetas. 3 Y otro ángel vino y se puso de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que estaba delante del trono. 4 Y el humo del incienso con las oraciones de los santos subió de la mano del ángel en presencia de Dios. 5 Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con fuego del altar y lo arrojó sobre la tierra. Y se produjeron truenos y estruendos y relámpagos y un terremoto. 6 Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. 7 El primero tocó la trompeta. Y se produjo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra. Y la tercera parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada. 8 El segundo ángel tocó la trompeta. Y algo como un gran monte ardiendo con fuego fue lanzado al mar. Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre; 9 y murió la tercera parte de las criaturas vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de los barcos fue destruida. 10 El tercer ángel tocó la trompeta. Y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha; y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de agua. 11 El nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. 12 El cuarto ángel tocó la trompeta. Y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba el día durante una tercera parte, y también la noche de la misma manera. 13 Miré y oí volar un águila por en medio del cielo, diciendo a gran voz: "¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, por razón de los demás toques de trompeta que los tres ángeles aún han de tocar!". El quinto ángel tocó la trompeta. Y vi que una estrella había caído del cielo a la tierra, y le fue dada la llave del pozo del abismo. 2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno; y fue oscurecido el sol y también el aire por el humo del pozo. 3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra, y les fue dado poder como tienen poder los escorpiones de la tierra. 4 Y se les dijo que no hiciesen daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen el sello de Dios en sus frentes. 5 Se les mandó que no los matasen, sino que fuesen atormentados por cinco meses. Su tormento era como el tormento del escorpión cuando pica al hombre. 6 En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero de ninguna manera la hallarán. Anhelarán morir, y la muerte huirá de ellos.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 10:1-4) …“Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo envuelto en una nube, y el arco iris estaba sobre su cabeza. Su rostro era como el sol, y sus piernas como columnas de fuego, 2 y tenía en su mano un librito abierto. Puso su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra, 3 y gritó a gran voz, como cuando ruge el león. Cuando gritó, los siete truenos emitieron sus voces. 4 Cuando los siete truenos hablaron, yo estaba por escribir, pero oí una voz del cielo que decía: "Sella las cosas que los siete truenos hablaron; no las escribas.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 11:1-5) …“Entonces me fue dada una caña, semejante a una vara de medir, y se me dijo: "Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran.

Diácono: hermano mío, yo te reconozco como un hombre que puede dar el ejemplo, y por ello, en nombre de nuestro Señor Jesucristo y con la gracia de San Juan evangelista te consagro con este grado. (El diax impx las mmanx sobre la cabx del herx). (En este momento el Diácono le retira la piedrecita blanca de la mano y luego levanta al hermano, que está en el suelo, tomándolo por la mano derecha y untándole aceite bendito, mientras dice:  Levántate y anda”, luego de esto se continúa leyendo…). 2 Y deja aparte el atrio de afuera del templo. Y no lo midas, porque ha sido dado a los gentiles, y ellos pisotearán la ciudad santa por cuarenta y dos meses. 3 Yo mandaré a mis dos testigos, y ellos profetizarán por 1.260 días, vestidos de cilicio. 4 Ellos son los dos olivos y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra. 5 Si alguien les quiere dañar, fuego sale de la boca de ellos y devora a sus enemigos. Cuando alguien les quiera hacer daño, tiene que morir de esta manera.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 12-13) …“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol y con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando encinta, gritaba con dolores de parto y sufría angustia por dar a luz. 3 Y apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas tenía siete diademas. 4 Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. El dragón se puso de pie delante de la mujer que estaba por dar a luz, a fin de devorar a su hijo en cuanto le hubiera dado a luz. 5 Ella dio a luz un hijo varón que ha de guiar todas las naciones con cetro de hierro. Y su hijo fue arrebatado ante Dios y su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar que Dios había preparado, para ser alimentada allí durante 1.260 días. 7 Estalló entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles pelearon, 8 pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. 9 Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él. 10 Oí una gran voz en el cielo que decía: "¡Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. 11 Y ellos lo han vencido por causa de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, porque no amaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo." 13 Y cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Pero le fueron dadas a la mujer dos alas de gran águila, para volar de la presencia de la serpiente, al desierto, a su lugar donde recibe alimento por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo. 15 Tras la mujer, la serpiente echó de su boca agua como un río, para que ella fuese arrastrada por el torrente. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer. Y la tierra abrió su boca y tragó por completo el río que el dragón había echado de su boca. 17 Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los demás descendientes de ella, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. 18 Y él se puso de pie sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. Sobre sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas había un nombre de blasfemia. 2 La bestia que vi era semejante a un leopardo; sus pies eran como de oso, y su boca como la boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono y grande autoridad. 3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal se había sanado. Y toda la tierra se maravilló en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede combatir contra ella?" 5 Y a la bestia le fue dada una boca que hablara insolencias y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar por cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre y contra su tabernáculo, es decir, contra los que tienen morada en el cielo. 7 Y le fue permitido hacer guerra contra los santos y vencerlos. También le fue dado poder sobre toda raza y pueblo y lengua y nación. 8 Y le adorarán todos los habitantes sobre la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida del Cordero, quien fue inmolado desde la fundación del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga: 10 Si alguien lleva en cautividad, es llevado en cautividad; si alguien mata a espada, tiene que ser muerto a espada. ¡Aquí está la perseverancia y la fe de los santos! 11 Y vi otra bestia que subía de la tierra. Y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, y hablaba como un dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia cuya herida mortal fue sanada. 13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los habitantes de la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, mandándoles a los habitantes de la tierra hacer una imagen en honor de la bestia que tiene la herida de espada y que revivió. 15 También le fue permitido dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase e hiciera que fueran muertos todos los que no adoraran a la imagen de la bestia. 16 Y ella hace que a todos, a pequeños y a grandes, a ricos y a pobres, a libres y a esclavos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, 17 y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es 666.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 16) …“Entonces oí una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: "Id y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra." 2 Fue el primer ángel y derramó su copa sobre la tierra. Y se produjo una llaga dolorosa y maligna sobre los hombres que tenían la marca de la bestia y los que adoraban su imagen. 3 El segundo ángel derramó su copa sobre el mar. Y se convirtió en sangre como de muerto. Y murió todo ser viviente que estaba en el mar. 4 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. 5 Oí al ángel de las aguas decir: "Justo eres tú que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. 6 Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tú también les has dado a beber sangre, pues se lo merecen." 7 Y oí al altar decir: "¡Ciertamente, oh Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos!" 8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y le fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Los hombres fueron quemados con el intenso calor y blasfemaron el nombre del Dios que tiene autoridad sobre estas plagas, pero no se arrepintieron para darle gloria. 10 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino fue convertido en tinieblas. Se mordían las lenguas de dolor 11 y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y sus llagas, pero no se arrepintieron de sus obras. 12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron para que fuese preparado el camino de los reyes del Oriente. 13 Vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus impuros semejantes a ranas. 14 Pues son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales salen a los reyes de todo el mundo habitado para congregarlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. 15 "He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos para que no ande desnudo y vean su vergüenza." 16 Y los congregó en el lugar que se llama en hebreo Armagedón. 17 El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió una gran voz del santuario desde el trono, que decía: "¡Está hecho!" 18 Entonces se produjeron relámpagos y estruendos y truenos, y hubo un gran terremoto. Tan fuerte fue ese gran terremoto como jamás había acontecido desde que el hombre existe sobre la tierra. 19 La gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios, para darle a ella de la copa del vino del furor de su ira. 20 Toda isla huyó, y las montañas no fueron halladas más. 21 Y del cielo cayó sobre los hombres enorme granizo, como de un talento de peso. Y los hombres blasfemaron a Dios por la plaga del granizo, porque la plaga era grande en extremo.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 17:1-14) …“Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo diciendo: "Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas. 2 Con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los que habitan en la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación." 3 Me llevó en el Espíritu al desierto. Y vi una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedras preciosas y perlas. En su mano tenía una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su inmoralidad. 5 En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: "Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra." 6 Vi a la mujer embriagada con la sangre de los santos, y con la sangre de los mártires de Jesús. Al verla, quedé asombrado con gran asombro. 7 Y el ángel me dijo: "¿Por qué estás asombrado? Yo te explicaré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva y que tiene siete cabezas y diez cuernos. 8 La bestia que has visto era, y no es, y ha de subir del abismo, y va a la perdición. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán cuando vean a la bestia que era y no es y será. 9 Aquí está la mente que tiene sabiduría: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales está sentada la mujer. 10 Y son siete reyes: Cinco han caído, uno es, y otro aún no ha venido; y cuando venga, debe quedar sólo por un breve tiempo. 11 La bestia que era y no es, también es el octavo, y procede de los siete y va a la perdición. 12 Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han recibido reino, pero toman autoridad por una hora como reyes junto con la bestia. 13 Estos tienen un solo propósito, y entregan su poder y autoridad a la bestia. 14 Ellos harán guerra contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

(Apocalipsis 19:10-13) …“10 Yo me postré ante sus pies para adorarle, pero él me dijo: "¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." 11 Vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Y con justicia él juzga y hace guerra. 12 Sus ojos son como llama de fuego. En su cabeza tiene muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo. 13 Está vestido de una vestidura teñida en sangre, y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.”… (Se hace una pausa para reflexionar).

 (Apocalipsis 19:19-20:15) …“19 Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, congregados para hacer la guerra contra el que estaba montado sobre el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia fue tomada prisionera, junto con el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con que había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y adoraban a su imagen. Ambos fueron lanzados vivos al lago de fuego ardiendo con azufre. 21 Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves se hartaron de la carne de ellos. Vi a un ángel que descendía del cielo y que tenía en su mano la llave del abismo y una gran cadena. 2 El prendió al dragón, aquella serpiente antigua quien es el diablo y Satanás, y le ató por mil años. 3 Lo arrojó al abismo y lo cerró, y lo selló sobre él para que no engañase más a las naciones, hasta que se cumpliesen los mil años. Después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de tiempo. 4 Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años. 5 Pero los demás muertos no volvieron a vivir, sino hasta que se cumplieran los mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección. Sobre éstos la segunda muerte no tiene ningún poder; sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él por los mil años. 7 Cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá para engañar a las naciones que están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre lo ancho de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. 11 Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar fue hallado para ellos. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. 14 Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego. 15 Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”… (Se da un minuto de silencio para reflexionar). (†).

 Diácono: hermano, nosotros tus hermanos te hemos identificado como una persona que puede dar el ejemplo, es por ello que te encomendamos a los Santos Apóstoles: Santiago el menor y Tadeo. Esperamos que ellos te sirvan de ejemplo en esta nueva etapa de tu vida, comprende de Santiago el menor el Deseo y comprende de Tadeo la Conciencia. Hermanos todos, oremos juntos y en silencio para que estos Santos Apóstoles guíen los pasos de nuestro hermano XXXXXX. (Todos los hermanos oran el padre nuestro en silencio). (†)

Diácono: hermano mío, para que incrementes tu Prudencia escucha estas sagradas palabras:

(Apocalipsis 21): …“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más. 2 Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: "He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron." 5 El que estaba sentado en el trono dijo: "He aquí yo hago nuevas todas las cosas." Y dijo: "Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas." 6 Me dijo también: "¡Está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré gratuitamente de la fuente de agua de vida. 7 El que venza heredará estas cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo. 8 Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." 9 Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y habló conmigo diciendo: "Ven acá. Yo te mostraré la novia, la esposa del Cordero." 10 Me llevó en el Espíritu sobre un monte grande y alto, y me mostró la santa ciudad de Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios. 11 Tenía la gloria de Dios, y su resplandor era semejante a la piedra más preciosa, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal. 12 Tenía un muro grande y alto. Tenía doce puertas, y a las puertas había doce ángeles, y nombres inscritos que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Tres puertas daban al este, tres puertas al norte, tres puertas al sur y tres puertas al oeste. 14 El muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y sobre ellos los doce nombres de los apóstoles del Cordero. 15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La ciudad está dispuesta en forma cuadrangular. Su largo es igual a su ancho. El midió la ciudad con la caña, y tenía 12.000 estadios. El largo, el ancho y el alto son iguales. 17 Midió su muro, 144 codos según medida de hombre, que es la del ángel. 18 El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al vidrio limpio. 19 Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, 20 el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto, el duodécimo de amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas; cada puerta fue hecha de una sola perla. La plaza era de oro puro como vidrio transparente. 22 No vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero, es el templo de ella. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara. 24 Las naciones andarán a la luz de ella, y los reyes de la tierra llevan a ella su gloria. 25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán a ella la gloria y la honra de las naciones. 27 Jamás entrará en ella cosa impura o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.”…

Diácono: hermano, después de haber sido consagrado con la orden sacerdotal, te vamos a revelar otros misterios, para que eleves tu conciencia, tu amor y tu espíritu:

No lloréis por mí, así le dijo Jesús a las mujeres (Se hace una breve pausa). Nuestro Señor Jesucristo siempre nos guía con su Palabra (Ambos arrodillan ambas piernas y abren los brazos en forma de "V").

Ieshua esconde el sagrado secreto del noble Nombre de nuestro señor. (Se hace una breve pausa). Sin embargo, lo podremos gozar si lo hallamos dentro de nosotros mismos (Se coloca la mano derecha sobre el corazón).

(Mateo 6:24) …24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”…

Diácono: hermano, escuchad la parábola del señor:

(Lucas 10:25-37) …“25 Y he aquí, cierto maestro de la ley se levantó para probarle, diciendo: -Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna? 26 Y él le dijo: -¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 El le respondió diciendo: -Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Le dijo: -Has respondido bien. Haz esto y vivirás. 29 Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: -¿Y quién es mi prójimo? 30 Respondiendo Jesús dijo: -Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto. 31 Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo. 32 De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo. 33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él; y al verle, fue movido a misericordia. 34 Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él. 35 Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva." 36 ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones? 37 El dijo: -El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: -Ve y haz tú lo mismo.”… (Se da un tiempo para meditar).

Diácono: es mediante la Sabiduría que podremos elevar el espíritu. Resguarda en tu corazón estas palabras, trasciende el Ego y camina siempre con Prudencia.

Diácono: hermano, de ahora en adelante te exigiremos la virtud cristiana de la Prudencia, y así mismo, te pedimos que actúes guiado por la Virtud. Escucha la palabra:   

(Apocalipsis 22): …“Después me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la avenida de la ciudad, y a uno y otro lado del río, está el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto. Las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones. 3 Ya no habrá más maldición. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le rendirán culto. 4 Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5 No habrá más noche, ni tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol; porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos. 6 Me dijo además: "Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que tienen que suceder pronto. 7 ¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." 8 Yo, Juan, soy el que he oído y visto estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar ante los pies del ángel que me las mostraba. 9 Y él me dijo: "¡Mira, no lo hagas! Pues yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!" 10 Y me dijo: "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 El que es injusto, haga injusticia todavía. El que es impuro, sea impuro todavía. El que es justo, haga justicia todavía, y el que es santo, santifíquese todavía. 12 He aquí vengo pronto, y mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin." 14 Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para que tengan derecho al árbol de la vida y para que entren en la ciudad por las puertas. 15 Pero afuera quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira. 16 "Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas para las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana." 17 El Espíritu y la esposa dicen: "¡Ven!" El que oye diga: "¡Ven!" El que tiene sed, venga. El que quiere, tome del agua de vida gratuitamente. 18 Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro; 19 y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, de los cuales se ha escrito en este libro. 20 El que da testimonio de estas cosas dice: "¡Sí, vengo pronto!" ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! 21 La gracia de nuestro Señor Jesús sea con todos.”…

Diácono: hermano mío, antes de concluir este acto te daremos a escoger un nombre que represente una función sacra, elige bien tu nombre y de ahora en adelante dedica tu vida a ese nombre (Se le vuelve a dar la piedrecita blanca y se da un lapso de tiempo prudencial o se deja otro día para la selección de dicho nombre y meditarlo, este debe “tallarlo” en la piedrecita blanca). Nosotros de ahora en adelante te reconoceremos como: XXXXX. (Todos dicen AMéN).

Diácono: hermano mío, ya han pasado nueve (9) años de la luz, que Dios bendiga tus palabras. Hermanos todos, cerremos este hermoso sacramento del Espíritu como nuestro Señor Jesucristo nos reveló. (Se reza el Padre Nuestro). (†).

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Cuadro 5: Transfiguración de Jesús.

Ejercicios espirituales: para este sacramento se recomienda que el hermano evalúe muy bien sus sentimientos, así como el dominio de las emociones. Para ello, se recomienda la práctica del servicio y reflexionar profundamente sobre sus intenciones en cada momento con cada persona, además de amar al prójimo como a sí mismo, poder perdonar y poner la otra mejilla. En la meditación ya debe exaltar su templo sagrado, consiguiendo un cielo más profundo e íntimo, además ya debe dominar su mente, se recomienda que reflexione sobre Jesucristo y la vibración del espíritu.